El organismo sometido a entrenamiento deportivo, recibe elevadas cargas físicas de trabajo a las que debe responder primeramente de forma transitoria-inmediata para luego establecer cambios adaptativos permanentes en sus sistemas de órganos y procesos de orden fisiológico y bioquímico. A este trabajo, por supuesto, sobreviene el descanso, donde el individuo recupera su capacidad física de trabajo y se prepara para la próxima actividad a realizar de este orden, jugando un papel fundamental la supercompensación y dentro de esta la ingesta energético nutrimental, siendo los glúcidos muy utilizados hasta prácticamente los niveles de abuso, sobretodo los llamados simples. En el presente artículo se hace referencia a las ventajas y consecuencias de su uso, haciendo énfasis en sus efectos sobre el metabolismo y fisiología del atleta.
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