Introducción La diabetes mellitus (DM) es una de las patologías crónicas más prevalentes en nuestro medio, con un importante impacto sanitario y social. El control estricto de la glucemia y de otros factores de riesgo de enfermedad vascular reduce las complicaciones y mortalidad y se relaciona con la calidad de la atención recibida. Aunque esta debe ser interdisciplinar, basada en la coordinación entre atención primaria (AP) y atención hospitalaria (AH), existe escasa información sobre la efectividad lograda por los diferentes modelos de intervención existentes.
Objetivo Evaluar en una población con DM de un área sanitaria el impacto en salud, calidad asistencial y efectividad en el uso de recursos de un modelo específico de gestión compartida para el paciente con DM (Instrumento de Evaluación de Modelos de Atención ante la Cronicidad en Diabetes Mellitus [IEMAC-DM]).
Pacientes y métodos Estudio de intervención cuasiexperimental, antes-después, en pacientes con DM en el Área Sanitaria Cádiz-San Fernando (Andalucía, España) que permite identificar la capacidad del programa para mejorar los indicadores de calidad tanto en toda la población con DM como en la derivada al AH. Para ello, se constituyó un grupo de trabajo con profesionales sanitarios de distintos perfiles y niveles asistenciales. La autoevaluación inicial se realizó mediante la herramienta IEMAC-DM y tras el análisis de resultados preliminares se establecieron e implantaron estrategias de mejora. Finalmente, se evaluaron los resultados clínicos y de gestión de recursos antes y a los 2 años de la implantación del modelo.
Resultados Durante el período de estudio, los indicadores de proceso relacionados con prácticas analíticas o exploraciones en el área sanitaria no sufrieron variaciones significativas. El porcentaje de pacientes con aceptable control metabólico [hemoglobina glicosilada (HbA1c)<8%] fue del 49% en 2015 y del 45% en 2017. El número de ingresos relacionados con infarto agudo de miocardio y accidente vascular cerebral se mantuvo constante, pero hubo un incremento en la razón estandarizada de amputaciones mayores de miembros inferiores (1,5 vs. 1,9). De los 295 pacientes derivados desde AP a AH, el porcentaje de derivación adecuada se elevó del 40% en 2015 al 76% en 2017 (p=0,001). En la totalidad del grupo derivado hubo una mejora significativa en la diferencia media de los niveles de HbA1c (−1,14±1,73%; IC95%: 0,73-1,55; p=0,0001) y de colesterol (−11,28±40mg/dl; IC95%: 2,07-20,48; p=0,012).
Conclusiones En el presente estudio demostramos que una intervención basada en un modelo de atención a la cronicidad adaptado a pacientes con DM consigue mejorar aspectos relacionados con la calidad asistencial y el grado de control metabólico. La mejora de resultados en salud requerirá evaluación a largo plazo y, casi con toda probabilidad, otras intervenciones adicionales.
Introduction Diabetes mellitus (DM) is one of the most prevalent chronic diseases and has a significant health and social impact. Strict control of blood glucose levels and other risk factors for vascular disease reduces complications and mortality and is related to the quality of care received. Although care should be interdisciplinary, based on the coordination of primary care (PC) and hospital care (HC), little information is available on the effectiveness of the different existing intervention models.
Objective To assess, in a population with DM from a healthcare area, the impact on health, quality of care, and effectiveness in the use of resources of a specific model of shared management of patients with DM (Instrument for Evaluation of Models of Chronic Care in Diabetes Mellitus; IEMAC-DM).
Patients and methods A quasi-experimental before-after intervention study in patients with DM in the Cádiz-San Fernando Healthcare Area (Andalusia, Spain) that allows for identifying the capacity of the program to improve the quality indicators both in the whole population with DM and in that referred to HC. For this, a working group consisting of healthcare professionals of different profiles and care levels was set up. An initial self-assessment was done using the IEMAC-DM tool and, after analysis of the preliminary results, improvement strategies were established and implemented. Finally, the clinical and resource management results were assessed before and two years after the implementation of the model.
Results During the study period, no significant changes were seen in process indicators related to laboratory practices or examinations in the health area. The proportion of patients with acceptable metabolic control [glycosylated hemoglobin (HbA1c) level<8%] was 49% in 2015 and 45% in 2017. The number of admissions related to acute myocardial infarction and stroke remained constant, but there was an increase in the standardized ratio of major lower limb amputations (1.5 vs. 1.9). Of the 295 patients referred from PC to HC, the proportion of adequate referrals increased from 40% in 2015 to 76% in 2017 (p=0.001). In the referred patients, a significant improvement was seen in the mean difference in glycosylated hemoglobin levels (HbA1c; 1.14±1.73%; 95% CI: 0.73-1.55; p=0.0001) and cholesterol (11.28±40mg/dL; 95% CI: 2.07-20.48; p=0.012).
Conclusions This study shows that an intervention based on a chronicity care model adapted to patients with DM improves certain aspects related to the quality of care and the degree of metabolic control. Improving health outcomes will require long-term evaluation and, probably, other additional interventions.
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