En 1625 el armador vasco Martín de Arana se ofreció a construir seis galeones para Felipe IV, cuyas dimensiones oscilarían desde poco más de 325 t hasta 550 t, con arqueos calculados una vez se completasen los cascos de manera parcial. El Nuestra Señora de los Tres Reyes se situaba en la gama intermedia, y todos ellos respondían a los típicos galeones españoles de principios del siglo XVII. Para construirlos, Arana contrató carpinteros de ribera y operarios, y dispuso el suministro de madera y otros materiales al astillero real de Zorroza, cerca de Bilbao, a una distancia segura de la costa para prevenir ataques enemigos. Este apenas consistía, probablemente, en un puñado de toscos almacenes a la orilla del río, pero su ubicación resultaba ideal. A la venta el 3 de marzo en kioscos, librerías y nuestra tienda online
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