Gerona, España
Hace unos pocos días me visitó el general LEKIM. A sus dieciséis años, ha conseguido los galones en un juego “on line” llamado “Call of Duty”. Como general y comandante en plaza, tiene sus subordinados, distribuidos por la amplia geografía peninsular. Por las noches se conectan y organizan sus batallas y sus guerrillas. Para llegar a general, es necesario haber causado unas cuantas bajas al enemigo. En la vida civil se llama Mikel y es un adolescente, como tantos otros, atraído por el mundo del juego cibernético. ¿Es realmente un problema el uso de los videojuegos por personas menores de edad? ¿O es un problema que vemos los adultos donde no hay más que un juego al que, algunos, no somos capaces de acceder?
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