Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Del Lazarillo a la tercera parte de Guzmán de Alfarache de Félix Machado de Silva y Castro: desarrollo y final del género picaresco

    1. [1] Universidad Complutense
  • Localización: Actas del Simposio Internacional “El Lazarillo y sus continuadores”: (A Coruña, 10-11 octubre de 2019) / Pilar Couto Cantero (ed. lit.), Rocío Chao-Fernández (ed. lit.), Alfredo Rodríguez López-Vázquez (ed. lit.), Arturo Rodríguez López-Abadía (ed. lit.), 2020, ISBN 978-84-9749-765-7, págs. 81-86
  • Idioma: español
  • Títulos paralelos:
    • From Lazarillo to the Third Part of Guzmán de Alfarache by Félix Machado de Silva y Castro: Development and End of the Picaresque Genre
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      Desde que el anónimo autor del Lazarillo sentara las bases de una dilatada tradición y el pícaro Guzmán de Alfarache le diera sus mayores momentos de esplendor, a caballo entre los siglos XVI y XVII, el género que conocemos como picaresco, con sus condiciones y especificidades, inicia un largo proceso de desgaste en el que, paso a paso, novela a novela, irá acusando más la falta de elementos que lo habían definido desde el germen: la crítica social y el realismo descarnado que caracterizaba a las primeras obras eran reemplazados gradualmente por una cada vez más ostensible intención aleccionadora que, de forma implacable, dejaba constancia de cómo la nueva moral tridentina venía también disuelta en nuestras prosa. Con la excepción particularísima del Estebanillo González —último gran repunte de un tono y un estilo nada en sintonía con sus obras coetáneas—, podríamos trazar una línea cronológica desde 1554 (año de la primera edición conservada del Lazarillo) hasta 1650 (año de composición de esta tercera parte) para marcar el nacimiento y muerte de toda nuestra prosa picaresca. Es la continuación de Machado de Silva el último modelo de una tradición que, conservando tan solo parte de sus recursos y su forma, consigue deslindarse totalmente de la propia intención picaresca para, por el contrario, ofrecer al Guzmán el camino de purga y santidad que Mateo Alemán y las reglas del género le habrían siempre negado.

    • English

      Since the anonymous author of Lazarillo laid the foundations of a long tradition and the mischievous Guzmán de Alfarache gave it its greatest moments of splendour, between the 16th and 17th centuries, the genre we know as picaresque, with its conditions and specificities, begins a long process of wear and tear in which, step by step, novel by novel, will accuse more of the lack of elements that had defined it from the germ: The social criticism and the stark realism that characterised the first works were gradually replaced by an increasingly ostensible instructive intention that implacably showed how the new Tridentine morality was also dissolved in our prose. With the very special exception of Estebanillo González - the last great upturn in tone and style not at all in tune with his contemporary works - we could draw a chronological line from 1554 (the year of the first preserved edition of Lazarillo) to 1650 (the year of composition of this third part) to mark the birth and death of all our picaresque prose. It is the continuation of Machado de Silva, the latest model of a tradition that, conserving only part of its resources and form, manages to separate itself completely from its own picaresque intention in order, on the contrary, to offer Guzmán the path of purge and sanctity that Mateo Alemán and the rules of the genre would have always denied him


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus

Opciones de compartir

Opciones de entorno