El comportamiento sexual incluye un componente apetitivo y otro consumatorio. El primero está constituido por acciones "conducentes" a la localización y atracción de un compañero sexual "idóneo". La actividad consumatoria está constituida por la cópula y algunas acciones inmediatamente antecedentes a ella. El numeroso y variado conjunto de conductas que constituyen el comportamiento sexual incluye tanto conductas fijas y estereotipadas como variables y adaptables a las condiciones ambientales. La iniciación y ejecución de estas conductas requiere del desarrollo de un estado cerebral no bien definido que se llama motivación sexual y que depende de la secreción de hormonas testiculares aunque es modulada por la experiencia y factores ambientales. La región cerebral relacionada con la motivación sexual incluye neuronas sensibles a la testosterona o sus metabolitos, ubicadas en el área preóptica media-hipotálamo anterior. La ejecución de la cópula por el macho sexualmente motivado requiere de la interacción de varios circuitos neuronales localizados a lo largo del neuroeje. La iniciación de la cópula sólo se da en presencia de un compañero sexual adecuado, lo que requiere un elaborado procesamiento de información por estructuras telencefálicas localizadas en la corteza entorrinal y el hipo-campo ventral. La serie de acciones motoras que constituyen la cópula es iniciada por el disparo de neuronas "comando" ubicadas en el área preóptica media y que activan, pero no modulan, el patrón motor copulatorio, constituido por movimientos pélvicos integrados a nivel de la médula espinal. El patrón copulatorio normal, capaz de estimular a la hembra para la adopción de una postura que permita la fertilización, requiere por una parte de una frecuencia y ritmicidad específicas para cada especie, y por otra, de una intensidad o amplitud mínima de las oscilaciones pélvicas. La intensidad de los movimientos pélvicos depende del número de motoneuronas que descargan sincrónicamente, proceso controlado por la testosterona o su metabolito 5-alfa-dihidrotestosterona. Por otra parte, la ritmicidad de los movimientos pélvicos depende de la actividad de un grupo de interneuronas (generador central de patrones) localizadas presumiblemente en la lámina X de Rexed y que son específicamente estimuladas por estrógenos.
Sexual behavior includes both appetitive and consummatory components. The first component includes actions leading to the localization and attraction of an adequate sexual partner. Consummatory activity comprises copulation and some actions immediately preceding it. Sexual behavior includes both fixed and stereotyped motor patterns as well as various actions adapted to the environment. lnitiation and execution of these behaviors requires the development of a brain state called "sexual motivation" that depends on the secretion of testicular hormones, though it can be modulated by experience and environmental factors. One of the brain regions related with sexual motivation includes neurons sensitive to testosterone or its metabolites located in the medial pieoptic ares-anterior hypothalamic regions. Execution of copulation by the sexually motivated male requires the interaction of several neuronal circuits located along the neuraxis. lnitiation of copulation occurs only in the presence of an adequate sexual partner, a process requiring elaborate information processing by telencephalic structures such as the entorhinal cottex and the ventral hippocampus. The series of motor actions constituting copulation in the male is initiated by the triggering of "command" neurons located in the medial preoptic area. These neurons activate, but do not modulate, the motor copulatory pattern made up of pelvic movements integrated at the level of the spinal cord. The normal copulatory pattern, capable of stimulating the female to adopt a posture allowing penile intromission and fertilization requires both specific frequencies and rhythmicity for each species and a minimal intensity or amplitude of the pelvic oscillations. The intensity of pelvic movements depends on the number of motoneurons synchronously discharging, a process controlled by testosterone or its reduced metabolite 5-alpha-dihydrotestosterone. On the other hand, rhythmicity of pelvic movements depends on the activity of a group of interneurons (central pattern generator) presumably located in the lamina X of Rexed atid wliich are specifically stimulated by estrogen.
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