Las elecciones del 25 de octubre determinarán el futuro del pueblo vasco. Si ganan los nacionalistas, implicados en la tregua de ETA y con la obligación de responder a algunas de las demandas de la organización terrorista, estarán obligados a una acción política de reivindicaciones permanentes ante el Gobierno de Madrid. Pero será a largo plazo, contra lo que piensan el PSOE y el PP. Y como telón de fondo, el proceso de paz, en el que Aznar y Piqué llegan a admitir la participación activa de HB si ésta condena la violencia.
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