Es una evidencia afirmar que la atención sanitaria nunca había llegado a abastecer capas tan extensas de la población de nuestro país. La red de asistencia sanitaria constituida tanto por el esfuerzo público como privado, y en ocasiones por la colaboración de los dos tipos de iniciativa, ofrece un marco de servicios de salud que asegura una atención satisfactoria a la población. Es una afirmación difícil de rebatir, conviene sólo recordar cuál era el estado de nuestro sistema sanitario hace algunos años. No hemos llegado al sistema perfecto. El desarrollo del sistema sanitario se ha producido por extensión. En la medida en que creemos que la salud es un derecho inalienable, tenemos que extender los servicios de salud a todos. Este esfuerzo da paso a una segunda fase que plantea dos nuevos problemas. Uno es el de la calidad de atención y el otro el del coste.
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