María José Fernández Domínguez
El Reglamento de control interno local (RCIL), determinadas normas y el contexto social actual impelen al órgano de control interno local a ir más allá del control de legalidad propio del ejercicio de la función interventora y a planificar sus actuaciones de control financiero con el fin de analizar si la gestión responde a los principios de buena gestión financiera y está orientada por la eficacia, la eficiencia, la economía y la transparencia. Este cambio conceptual del control conlleva nuevos retos para el interventor, a la vez que aporta valor añadido a su función pues contribuye con sus recomendaciones a la mejora de la entidad local a la que sirve. En este trabajo analizamos el marco legislativo que define el alcance del control de eficacia en las principales áreas de gestión de las entidades locales.
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