La 35ª edición de los Goya pasará a la historia por convertir la crisis en oportunidad, las pérdidas en duelo compartido, la frialdad de un patio de butacas vacío en intimidad casera. Fue un ritual casi litúrgico con un perfecto pontífice, Antonio Banderas, y un himno ("Happy Days Are Here Again") en el que todos necesitamos creer.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados