La mayor parte de las familias que requieren nuestra atención como trabajadores sociales, tienen algún problema. Cuando intentamos ayudar a estas familias, de una forma consciente o inconsciente tenemos en nuestra imaginación algunas imágenes, algún "modelo" de lo que consideramos como una familia corriente y sana o como debería ser esta.
Escondemos nuestras opiniones bajo términos, como familias que "funcionen bien" y familias que "funcionan mal". Pero ¿por qué norma juzgamos esto así? Si examinaremos estos conceptos de bienestar o malestar social, encontramos que están íntimamente relacionados con los valores sociales de nuestra sociedad, la clase social, la subcultura, a la que pertenecemos, y lo que denominamos salud social o Salud Mental, que no se basan en criterios objetivos universales absolutos (...).
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