Contraviniendo el mito del pícaro estudiado por Claudio Guillén, el narrador asturiano Rafael Reig reafirma su propuesta literaria rindiendo tributo a los géneros populares, particularmente a la picaresca, a través de su novela Para morir iguales (2018). En esta, el camino recorrido por el protagonista suscribe varios de los elementos esenciales del género clásico de los Siglos de Oro, pero, a través de un movimiento paradójico propio de la posmodernidad, niega y reescribe otros, destacándose como móvil narrativo un regreso imposible a la infancia, entendida como única vía de redención del héroe. Se llevará a cabo de este modo una picaresca que tiene como punto de partida la última etapa del franquismo, una infancia de penurias en la Sagrada Familia y la orfandad por muerte y prisión de los padres del personaje principal a causa de una acción guerrillera. No obstante, los recuerdos de su primera juventud parecen dar luz de esperanza a una de las épocas más oscuras de la España contemporánea. Nos encontramos ante un nuevo pícaro, uno que procura el retorno a esa infancia de miseria, por considerarla la única etapa verdadera de su vida, su único mundo posible (a la vez que utópico), en términos de Lubomír
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados