La Organización de las Naciones Unidas, planteó en el tercer punto de los objetivos del milenio dirigir los esfuerzos a fin de: “Promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer”. En sus descriptores, la ONU precisa que “desde el liderazgo de la comunidad internacional se reconoce que a las mujeres se les suele relegar a las formas de empleo más vulnerables, además que los puestos de los niveles más altos siguen obteniéndolos los hombres, donde la diferencia es abrumadora”. Si bien, la inserción laboral femenina va en aumento, las condiciones de participación aun no son equidistantes, un sesgo de esta desigualdad tiene que ver con los techos de cristal apreciables en la ausencia femenina en los niveles directivos de educación superior, visos obtenidos en un estudio exploratorio situacional en Navojoa, Sonora.
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