En el presente artículo de reflexión, se analizan las diferencias entre las llamadas teorías de la criminalidad con las teorías criminológicas, aclarando que las primeras fueron desarrolladas por profesionales no “criminólogos” de primera carrera, sino por otros profesionales, este análisis para incitar a la creación de teorías por parte de criminólogos de formación universitaria, lo que permitirá prestigiar sus conocimientos y capacidades de construcción de la realidad, así como de utilidad implementativa. Por otro lado, se postula la consolidación de una criminología de las profesiones que de parámetros para la ética, habilidades, técnicas, conocimientos, capacidades, monopolio de ejercicio profesional y utilidad en los campos social, empresarial y público. Además de establecer estándares de calidad en la formación universitaria en los estudios de criminología. Se aborda el tema también de la pertenencia a organizaciones de profesionales para lograr objetivos de: demarcación de profesionales calificados para determinado ejercicio; establecer y mantener el nivel profesional de calidad; prácticas honorables; elevación de estatus, y reconocimiento de la profesión por los grupos sociales, empresariales y públicos. Finalmente, el objetivo es reflexionar sobre los elementos que desde la pedagogía, la investigación científica y la profesión, pueden aumentar la calidad en la formación universitaria del criminólogo, para que además, tenga repercusiones en el reconocimiento de este profesional, que mejore su impacto social, científico y laboral.
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