Este artículo ofrece una sucinta reconstrucción de la epistemología naturalizada, entendida como unapropuesta metodológica. Identificaremos tres posiciones distintivas de esta propuesta: el rechazo del apriorismoen epistemología en beneficio de una utilización de los resultados de la ciencia empírica, la atribución a la epistemología de una normativa instrumental y la tesis de la evaluabilidad empírica de las normas o de los principios epistémicos. Se rastrea históricamente la forma en que estas características se presentan en textos “fundacionales” de Quine, por un lado, y de Laudan, por otro. Se estudiará cómo este proyecto es “aplicado” portres autores que se reivindican deudores de Quine o Laudan: Sankey, quien vincula el naturalismo con la discusiónacerca del relativismo epistémico, y Antony y Anderson, quienes se sirven de la propuesta como fundamento para una epistemología feminista. Por medio de estas “aplicaciones”, veremos que la epistemología naturalizada no conduce, como temieron los críticos tempranos de Quine, a una eliminación del aspecto normativo. Se verá también que, mientras la propuesta de Sankey es naturalizada en tanto empíricamente informada, pero, en esencia, sigue dependiendo de argumentos a priori, las apropiaciones procedentes de la epistemología feminista realizan el proyecto de naturalización en un sentido más profundo, esto es, presentan un conjunto de tesis epistemológicasque son ellas mismas de carácter empírico.
The article presents a brief reconstruction of naturalized epistemology, understood as methodological approach. Three emblematic positions within naturalized epistemology are distinguished: rejection of apriorism inepistemology, favoring the use of the results of empirical science; attribution of an instrumental normativity to epistemology; and the idea of empirical examination of the epistemic norms or principles. Thus, it addressesthe way in which, historically, these features are presented in the foundational works of Quine and Laudan. Furthermore, it studies how this project is applied by three authors: Howard Sankey, who links naturalism to the debate of epistemic relativism; and Louise Antony and Elizabeth Anderson, who make use of these ideas as foundation for feminist epistemology. Through these “applications”, it is possible to appreciate that naturalized epistemology does not lead to the elimination of normative aspects, as was feared by early critics of Quine. Itis also possible to appreciate that the approach of Sankey is naturalized because it is empirically informed, butit still depends on a priori arguments. On the contrary, previous appropriations of feminist epistemology carry out the naturalization project in a deeper sense, that is, they introduce a set of epistemological premises that arethemselves empirical.
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