La expansión de las actividades industriales en el territorio es un proceso gradual cuya intensidad varía en función del desarrollo de cada nación. La industrialización se difunde a medida que aumenta el grado de desarrollo de un país; primero, desde los grandes núcleos urbanos hasta sus áreas metropolitanas, a continuación, hacia las ciudades de tamaño intermedio y en una última fase, hacia los municipios rurales. Esto es particularmente verificable en aquellos sectores de actividad caracterizados por la utilización intensiva de mano de obra, en los que el costo del factor trabajo es el aspecto que condiciona en mayor grado el precio final del producto y, en consecuencia, la tasa de beneficio de la actividad empresarial. Las empresas en este caso buscan localizarse en aquellos lugares donde la mano de obra resulta barata y desplazan sus instalaciones en la medida que lo consideran necesario.
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