Las causas a que se adjudican las crisis pueden variar según el tipo de análisis y el punto de vista que se adopte; además, las crisis no son sólo el efecto de muchas causas, también pueden convertirse en una causa. En México las crisis no se deben exclusivamente a causas exógenas ni endógenas, sino a una combinación de ambas. Al país ya se le había llamado “el gigante fracasado” desde antes de la crisis de 1994; de hecho, después de la segunda guerra mundial creció en forma sostenida durante 25 años a una tasa de 6.5 por ciento, mayor que el crecimiento de los tigres asiáticos.Sin embargo, el “milagro” se disipó porque la economía simplemente se atascó; la causa más sobresaliente e inmediata de ello fue la caída del precio internacional del petróleo, dado que gran parte del crecimiento se debía a las exportaciones, que generaban más o menos 500 mil millones de dólares.
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