Sergio Manuel González Rodríguez
Con la apertura económica que el país ha experimentado a partir de la entrada al GATT en 1984 y con la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio en enero de 1994, las autoridades mexicanas han pretendido fortalecer el intercambio comercial con otras naciones y atraer la inversión extranjera que ayude a dinamizar la actividad económica del país y generar empleos e ingresos para la población.Si bien dichas medidas se pueden calificar de acertadas, las mismas im- pactan de manera desigual a las diversas regiones del país. Posiblemente los flujos de inversión se dirijan hacia las ciudades que tradicional- mente la han concentrado, como Guadalajara, Monterrey y México, y queden al margen otras regiones que no son atractivas para los inversionistas extranjeros.
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