El artículo reflexiona sobre la crítica que el islamólogo Mohammed Arkoun hace a los discursos que exaltan una determinada idea de Humanidad, particularmente el del islamismo militante. Con tal fin, muestra cómo los humanismos cristianos e islámicos se caracterizaban en la Edad Media por la apertura al diálogo interreligioso. Posteriormente, procesos de ortodoxización del islam, derivados del fortalecimiento de sultanatos, califatos y del yihadismo, y de discursos aparentemente humanistas que eponizan una visión universal de Dios, el Hombre y el Mundo, condujeron a sociedades musulmanas a la consolidación de regímenes de verdad basados en un “maniqueísmo estructural” antihumanista. Bajo esta óptica, se puede interpretar por qué eventos como el 9/11 y el ascenso de ISIS son una manifestación del fracaso de los valores de la Humanidad y no solo del islam. El rasgo más significativo de este fracaso es una incapacidad para el diálogo, que justifica la supresión del otro y no solo su estigmatización. El artículo propende resaltar una visión islámica que, a diferencia de las críticas políticamente correctas de Occidente, no desemboque en una espiral antihumanista.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados