Lo necesitamos, y mucho, sobre todo en la etapa de crecimiento; pero también durante y después de la menopausia. El cuerpo lo adquiere de nuestra dieta para mantener los huesos fuertes, pero también para la contracción muscular, la coagulación y, en general, para liberar hormonas y enzimas que infl uyen en casi todas las funciones del organismo. Te explicamos por qué es tan importante y cómo puedes conseguirlo.
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