En este artículo, presento conceptos de tercer orden en la enseñanza de la historia como una forma de alcanzar un conocimiento poderoso. Si entendemos el conocimiento poderoso como un medio para dar a los estudiantes la competencia para comprender el mundo contemporáneo, ayudarlos a participar en las conversaciones y debates de la sociedad sobre sí misma, y comprender las bases para aceptar o rechazar las afirmaciones del conocimiento, entonces debemos ayudarles a comprender en qué ontología se basa la disciplina de la historia. En consecuencia, los conceptos de tercer orden pueden ayudar a los estudiantes, ya que estos conceptos arrojan luz sobre la percepción de la realidad sobre la que se basan las narrativas históricas y los conceptos de primer orden en el aula de historia. Sin embargo, al final del día, tengo mis dudas: ¿qué pasa si proporcionamos argumentos para grupos que tienen una agenda antiliberal y antidemocrática?
In this article, I introduce third-order concepts in the history teaching as a way to reach powerful knowledge. If we understand powerful knowledge as a means to give students a competence to understand the contemporary world, to help them to engage in society ́s conversations and debates about itself, and to understand the grounds for accepting or rejecting knowledge claims, we must then help them to understand what ontology the discipline of history rests upon. Consequently, third-order concepts can help students as these concepts shed a light on what perception of reality the historical narratives and the first-order concepts build upon in the history classroom. However, at the end of the day, I have my doubts – what if we provide arguments for groups that have an anti-liberal and anti-democratic agenda?
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados