Un investigador australiano, Fred Emery, cuando dirigía el Tavistock Institute of Human Relations, de Londres, se planteó la cuestión de por qué la gente bebe. Convenció a la Guinness, la célebre compañía cervecera del Reino Unido, para que financiase una investigación creativa. Descubrió que había tres tipos de bebedores. Años después, un amigo de Emery, el norteamericano Russell L. Ackoff, de la Wharton School, de la Universidad de Pensylvania, se interesó por los problemas teóricos de esa investigación. Partió de los cuatro tipos psicológico, de Carl G. Jung y reinterpretó los conceptos de introversión y extroversión. Además, dio mucha importancia al concepto de centraversión y dedujo que tenía que haber cuatro tipos de bebedores. Dirigió una investigación original y compleja y confirmó sus varias hipótesis de trabajo. Posteriormente, aplicó su teoría a las relaciones de las parejas, enjunció una serie de proposiciones y, de nuevo, realizó una investigación muy ambiciosa que confirmó sus hipótesis. Este artículo presenta los avatares de las investigaciones de Emery y Ackoff y termina reproduciendo las propuestas de Berne que, muy probablemente, conoció los trabajos de los dos investigadores, propuestas que pueden dar lugar a investigaciones también muy creativas.
An Australian researcher, Fred Emery, when he ran the Tavistock Institute of Human Relations, London, raised the question of why people drink. He convinced Guinness, the UK’s famous brewing company, to fund creative research. He discovered that there were three types of drinkers. Years later, a friend of Emery’s, the American Russell L. Ackoff, from the Wharton School, University of Pennsylvania, became interested in the theoretical problems of this research. He started from the Carl G. Jung’s four psychological types and reinterpreted the concepts of introversion and extroversion.
In addition, he attached great importance to the concept of centralization and deduced that there had to be four types of drinkers. He conducted an original and complex investigation and confirmed his various working hypotheses. Subsequently, he applied his theory to couples’ relationships, formulated a series of propositions and, again, carried out a very ambitious investigation that confirmed his hypothesis. This article presents the vicissitudes of the Emery and Ackoff’s investigations and ends by reproducing the proposals of Berne who, most likely, knew the work of the two researchers, proposals that can also lead to very creative investigations.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados