Turquía
El establecimiento de una nueva capital en Oriente iba a suponer un punto de inflexión en la política romana respecto a una religión monoteísta. En vez de escoger la recientemente asignada capital pagana de Nicomedia, situada a tan solo 100 km de distancia, Constantino I decidió seguir otro camino favoreciendo a los cristianos. Merced a los datos existentes, están bien documentadas algunas iglesias que mandó construir en Roma y Jerusalén, pero ninguna en la capital que llevaba su nombre, y aunque durante su reinado se erigieron una treintena, solo un puñado, entre las que se encuentran la de los Santos Apóstoles, Hagios Mokios, Hagios Acacius y Hagia Eireni, se atribuyen a la iniciativa del emperador. Se ha dicho también que Hagia Sophia fue igualmente levantada por él, pero el consenso actual sostiene que fue su hijo Constancio II el responsable de su erección.
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