Cada día nos levantamos con noticias diversas relacionadas con los profesionales sanitarios y en concreto con los profesionales de enfermería, una profesión que en la actualidad es mucho más visible en los medios de comunicación que en otras épocas. En general estas noticias reflejan la importancia de la enfermería, sin embargo, cabe plantearse ¿es real esa imagen que transmiten? En primer lugar, llama la atención que bajo el término “enfermera” se suela incluir a diversos colectivos, relacionados con la profesión, aunque pertenezcan a otras categorías profesionales. Este manejo del término muestra el significado social que tiene adjudicada la palabra “enfermera”, el valor y el lugar que la sociedad le atribuye, y que los medios de comunicación ayudan a perpetuar a través de imágenes estereotipadas. Generalmente se identifica y asemeja a la enfermera con la entrega, el cariño, el sacrificio, la simpatía, lo angelical, el altruismo, aunque también sucede que en ocasiones se la identifica con imágenes esterotipadas de siglos pasados de secretaria o ayudante del médico.
Sin embargo, la pandemia de la Covid-19 ha hecho surgir un nuevo estereotipo: la enfermera “superheroína”. Se trata de un homenaje que Bansky hace a los profesionales sanitarios, en el que aparece un niño que deja en la papelera varios muñecos tipo Spiderman o Batman, para decantarse por una enfermera con capa de superheroína. Aunque este reconocimiento y apoyo a las enfermeras es bienvenido, no deja de reflejar una imagen no real, un estereotipo ficticio que la muestra como una heroína.
Todos estos estereotipos resultan muy peligrosos y no hacen más que perpetuar una imagen poco real de la profesión, con consecuencias muy negativas para la misma. Sirva como ejemplo la poca participación que ha tenido la profesión en la toma de decisiones en el contexto de la pandemia actual.
Se trata de una profesión muy visible pero profundamente desconocida. Todavía la sociedad no conoce su campo de responsabilidad, su espacio de autonomía e iniciativa en el cuidado de las personas, la familia y la comunidad. Desconoce que es una profesión que desempeña funciones propias independientemente de otros profesionales y que, aunque se trabaje en equipo, sus funciones no derivan de las órdenes de otros profesionales, como los médicos, sino de las necesidades de cuidados de la persona que constituye su foco de atención.
También los medios de comunicación y por tanto la sociedad, desconocen la formación que se requiere para ser enfermera. Son muchos los cambios que han acaecido en las últimas décadas como la reestructuración de los estudios universitarios, implantándose el grado y el posgrado (máster y doctorado). De manera que en la actualidad cada día aumenta el número de enfermeras/os que son doctoras/es, aspecto que es ignorado totalmente en los medios de comunicación.
Es necesario que los medios de comunicación, el cine, la televisión, la pintura, la literatura infantil y de adultos den una imagen real y precisa de la profesión, acorde con el siglo XXI y dejen de lado etiquetas y estereotipos muy alejadas de la realidad de la profesión de enfermería.
Teresa Blasco Hernández.
Every day we wake up to various news items related to healthcare professionals and specifically to nursing professionals, a profession that is currently much more visible in the media than in the past. In general, these news items reflect the importance of nursing, but is the image they convey really true? Firstly, it is striking that the term "nurse" tends to include various groups related to the profession, even though they belong to other professional categories. This use of the term shows the social meaning attributed to the word "nurse", the value and place that society attributes to it, and which the media help to perpetuate through stereotyped images. Generally, nurses are identified and likened to dedication, affection, sacrifice, sympathy, angelic, altruism, although sometimes they are also identified with stereotyped images of past centuries as secretaries or doctors' assistants.
However, the Covid-19 pandemic has given rise to a new stereotype: the "superheroine" nurse. This is a tribute that Bansky makes to health professionals, in which a child appears to leave several Spiderman or Batman dolls in the garbage can, to opt for a nurse with a superheroine cape. Although this recognition and support for nurses is welcome, it still reflects a non-real image, a fictitious stereotype that shows her as a heroine.
All these stereotypes are very dangerous and only perpetuate an unrealistic image of the profession, with very negative consequences for the profession. For example, the profession has had little involvement in decision-making in the context of the current pandemic.
It is a highly visible but deeply unknown profession. Society is still unaware of its field of responsibility, its space for autonomy and initiative in the care of individuals, the family and the community. It does not know that it is a profession that performs its own functions independently of other professionals and that, although it works in a team, its functions do not derive from the orders of other professionals, such as physicians, but from the care needs of the person who is the focus of its attention.
The media, and therefore society, are also unaware of the training required to become a nurse. Many changes have taken place in recent decades, such as the restructuring of university studies, with the introduction of undergraduate and postgraduate (master's and doctoral) degrees. So that nowadays the number of nurses who are doctors is increasing every day, an aspect that is totally ignored in the media.
It is necessary that the media, cinema, television, painting, children's and adult literature give a real and accurate image of the profession, according to the XXI century and leave aside labels and stereotypes far removed from the reality of the nursing profession.
Teresa Blasco Hernández.
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