Zaragoza, España
Introducción: Se entiende por hemorragia subaracnoidea (HSA) el paso de sangre al espacio subaracnoideo, donde normalmente sólo circula líquido cefalorraquídeo (LCR). La procedencia de la sangre normalmente es arterial, preferentemente de las arterias de la base del cráneo, donde en íntimo contacto con el espacio subaracnoideo están las ramas de la arteria carótida interna y basilar, que forman el polígono de Willis.Las HSA pueden ser de causa traumática o no traumática. La causa principal de HSA no traumática es la ruptura de un aneurisma intracraneal, que explica alrededor del 80-85% de los casos y tiene una alta tasa de mortalidad y complicaciones.
La hemorragia subaracnoidea (HSA) es un evento cerebrovascular agudo que puede tener efectos destructivos en el sistema nervioso central, además, así como un efecto muy importante en muchos otros órganos. La evolución de esta enfermedad puede ser prolongada, dejando una lesión cerebral secundaria considerable debido a la isquemia cerebral diferida (ICD). Es frecuente que las manifestaciones sistémicas afecten a la función cardiovascular, pulmonar y renal y compliquen la terapia de la ICD.
Objetivo:
• Vigilancia estrecha del nivel de consciencia del paciente y valoración neurológica horaria.
• Control de los síntomas, procurando en todo momento el mayor confort posible del paciente.
• Comprender y sensibilizarse de la ansiedad y el temor que experimentan el paciente y sus familiares, ayudando a mitigar en lo que sea posible.
Metodología: Se ha realizado una revisión bibliográfica de estudios, artículos, protocolos médicos y de enfermería de diferentes hospitales referentes al cuidado del paciente con hemorragia subaracnoidea (HSA). Además, también se han revisado las principales bases de datos como Pubmed (medline) y Dialnet.
Resultado: Los pacientes con HSA son ingresados sistemáticamente en una unidad de cuidados intensivos debido a los efectos importantes de la hemorragia en sí y al riesgo de resangrado precoz e hidrocefalia y de otras múltiples complicaciones neurológicas y sistémicas. Son atendidos por un equipo multidisciplinario compuesto por neurocirujanos, intensivistas, anestesiólogos, neuroradiólogos intervencionistas, personal de enfermería, fisioterapeutas y rehabilitadores que actúan en sinergia para que la recuperación del paciente sea lo más pronta y con las menos secuelas posibles.
Introduction: Subarachnoid hemorrhage (SAH) is understood as the passage of blood to the subarachnoid space, where normally only cerebrospinal fluid (CSF) circulates. The origin of the blood is normally arterial, preferably from the arteries at the base of the skull, where in intimate contact with the subarachnoid space are the branches of the internal carotid and basilar artery, which form the circle of Willis. SAHs can be traumatic or non-traumatic in origin. The main cause of non-traumatic SAH is the rupture of an intracranial aneurysm, which accounts for about 80-85% of cases and has a high rate of mortality and complications.
Subarachnoid hemorrhage (SAH) is an acute cerebrovascular event that can have destructive effects on the central nervous system, as well as a very important effect on many other organs. The course of this disease can be prolonged, leaving considerable secondary brain injury due to delayed cerebral ischemia (CDI). Systemic manifestations often affect cardiovascular, pulmonary, and kidney function and complicate ICD therapy.
Objectives:
• Close monitoring of the patient’s level of consciousness and hourly neurological assessment.
• Control of symptoms, ensuring the greatest possible comfort for the patient at all times.
• Understand and become aware of the anxiety and fear experienced by the patient and their family members, helping to mitigate it as much as possible.
Methodology: A bibliographic review of studies, articles, medical and nursing protocols from different hospitals regarding the care of patients with subarachnoid hemorrhage (SAH) has been carried out. In addition, the main databases such as Pubmed (medline) and Dialnet have also been reviewed.
Result: SAH patients are routinely admitted to an intensive care unit due to the significant effects of the bleeding itself and the risk of early rebleeding and hydrocephalus and multiple other neurological and systemic complications. They are cared for by a multidisciplinary team made up of neurosurgeons, intensivists, anesthesiologists, interventional neuroradiologists, nurses, physiotherapists and rehabilitators who act in synergy so that the patient’s recovery is as quick and with the least possible sequelae.
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