El presente artículo tiene como propósito presentar a la Iglesia Asociación Evangélica de la Misión Israelita delNuevo Pacto Universal (Aeminpu) como un fenómeno cultural, político y religioso de carácter sincrético que hacesu aparición en medio de una marea humana que irrumpe diversos espacios desde la segunda mitad del siglo XX.Esta institución resignifica el dogma bajo interpretaciones bíblicas muy rigurosas combinadas con una reivindicaciónde raigambre andina. Dicha organización presenta dos poderosas razones que motivan su participación en la escenapolítica: la primera tiene relación con los presidentes Belaunde y Velasco ante el vacío que dejó la Iglesia adventistaen su rol colonizador y evangelizador en la región central; y la segunda, un impulso por la colonización.La difusión de la ciudadanía ha sido la revolución que ha conmovido las provincias, pero en los municipios endonde coinciden israelitas, nativos y demás colonos en conflicto por el acceso a la tierra y demás recursos (cazay bosques), el control del gobierno municipal es vital para defender desde la legalidad y el poder su posesión y uso.Todos, israelitas, colonos y nativos, rápidamente, desde el retorno de la democracia en 1980, participan en política.Solo que los israelitas apuntan más lejos y se proyectan con mayor eficacia. Es decir, no solo se conforman con alcaldíasy regidurías, sino además fundaron un partido nacional propio que se ha presentado tres veces a la Presidencia dela República y logró representación en el Congreso. Hasta hoy siguen firmes en ese propósito. Cabe resaltar que lacolonización de la provincia Mariscal Castilla se produce cuando esta agrupación tiene dos congresistas.
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