Antonio José Carrasco Hernández, Gregorio Sánchez Marín, Ignacio Danvila del Valle, Miguel Ángel Sastre Castillo
Este trabajo discute acerca de cómo se configuran los recursos estratégicos culturales en la empresa familiar, en un intento de entender mejor las diferencias y similitudes entre empresas familiares y no familiares. Para ello, el marco conceptual empleado es el instrumento de valoración de la cultura de Cameron y Quinn (1999), en el que se distinguen cuatro tipos de orientaciones competitivas culturales (mercado, jerarquía, clan y adhocracia). Con ello se propone que la cultura organizativa varía en función del carácter de la empresa, atendiendo al grado de propiedad y dirección en manos de la familia. En concreto, la cultura clan y adhocrática caracterizan mejor a la cultura de las empresas de propiedad y dirección familiar. Mientras que la de mercado es la cultura que mejor caracteriza a las empresas no familiares. En el caso de las empresas familiares profesionalizadas, no existen diferencias culturales con respecto a las empresas de propiedad y dirección familiar.
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