Hasta hace pocos años existían solo dos tipos de tecnologías para aprovechar la energía solar: producción de electricidad mediante paneles fotovoltaicos o la producción de calor mediante los paneles solares térmicos. Sin embargo, la tecnología fotovoltaica presenta una baja eficiencia, es decir se precisan grandes superficies para cubrir pequeñas demandas energéticas. Este bajo rendimiento, de entre 10-20%, además se ve penalizado por el sobrecalentamiento que sufren las células debido a la incidencia de la radiación solar [1]. La tecnología solar híbrida surgió como solución a este problema. Se trata de aprovechar la energía térmica residual del panel fotovoltaico mediante un recuperador de calor para otros usos, además de disminuir la temperatura de trabajo de las células fotovoltaicas. Un panel hibrido consiste, en la unión de la tecnología solar térmica con la tecnología fotovoltaica, llegando a incrementar la eficiencia del panel por encima del 70 % [2]. En este ...
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