Durante los últimos años el sector agrícola está experimentando una clara transformación de la mano de las nuevas tecnologías implementadas en las máquinas agrícolas. Analizando la evolución histórica, hemos pasado de la agricultura 1.0 (tracción animal) a la agricultura 4.0 (digitalización – conectividad), a través de la agricultura 2.0 (introducción del motor de combustión) y la agricultura 3.0 (inicio de la agricultura de precisión). La implementación de tecnología ya no está basada en el desarrollo de soluciones mecánicas novedosas, sino en la gestión adecuada de toda la información que somos capaces de registrar obtenida por diferentes vías (satélites, drones, sensores embarcados en aperos y tractores…). Gestionar esta información y tomar decisiones a partir de su análisis es el gran reto al que se enfrenta el sector agrícola para pasar a su modernización real y dar un salto cualitativo que permita mejorar el rendimiento económico de las explotaciones controlando al máximo el aporte de insumos y garantizando la seguridad alimentaria y medioambiental.
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