Países Bajos
Este artículo sitúa el debate sobre la política Prevent del Reino Unido en el marco más amplio del paradigma global de lucha para combatir el extremismo violento (CEV) que surgió a finales de 2015. Se argumenta que la omisión de un enfoque matizado sobre las características sociales, culturales, económicas y políticas de las personas radicalizadas ha acarreado una tendencia a introducir medidas generalizadas que inadvertida e indirectamente conducen a resultados perjudiciales. Es más, a pesar de que Prevent ha sido el elemento fundamental de la estrategia antiterrorista del Gobierno británico desde 2006, esta política confunde la resistencia política legítima de los jóvenes musulmanes británicos con indicios de extremismo violento, lo que da credibilidad al argumento de que Prevent es una forma de ingeniería social que, en última instancia, pacifica la resistencia por medio de la reafirmación del statu quo en la política interior y exterior del país.
This article situates the debate on the United Kingdom’s Prevent policy in the broader framework of the global paradigm for countering violent extremism (CVE), which appeared at the end of 2015. It argues that omission of a nuanced focus on the social, cultural, economic, and political characteristics of radicalised people has led to a tendency to introduce blanket measures which, inadvertently and indirectly, have had harmful results. Moreover, although Prevent has been the fundamental element of the British government’s counterterrorist strategy since 2006, it confuses legitimate political resistance of young British Muslims with signs of violent extremism, thus giving credence to the argument that Prevent is a form of social engineering which, in the last instance, pacifies resistance by reaffirming the status quo in the country’s domestic and foreign policy
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados