Se examinan las preferencias en cuanto al tiempo de trabajo de mujeres que trabajan en las manufacturas 20 horas semanales, en diferentes horarios estables, sobre la base de una investigación cualitativa y cuantitativa para identificar perfiles en función de dichas preferencias y las razones de las mismas. Las conclusiones matizan investigaciones precedentes al poner de relieve que: 1) no todas estas empleadas pueden considerarse subempleadas; 2) trabajar 20 horas semanales no equivale a una baja centralidad del trabajo y es compatible con que las horas de trabajo se experimenten como significativas, y 3) algunas trabajadoras a tiempo parcial quieren conservar tiempo para actividades no domésticas y no laborales a pesar de ganar un salario bajo.
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