La Organización Mundial de la Salud afirma que la salud mental de las personas es tan esencial e importante para nuestro bienestar como lo es nuestra salud física. Esto se debe a que, cuando nos sentimos bien mentalmente, no solo podemos ser productivos y contribuir con nuestras comunidades, sino que también podemos disfrutar de nuestro tiempo libre y, posiblemente, disfrutar de nuestras vidas. El reconocimiento de esta intrincada relación ha llevado a múltiples estudios enfocados en identificar aquellos factores que impactan el bienestar y la salud mental de las personas. Por ejemplo, el consumo de alcohol y la obesidad se han asociado con una mala salud mental y calidad de vida, mientras que la actividad física, el sueño adecuado y el consumo de frutas y verduras se han asociado con una mejor salud y bienestar, como también contar con un buen apoyo social y estabilidad socioeconómica.
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