El artículo resume el desarrollo de la filosofía de la ciencia en el siglo XX y sugiere un nuevo papel para los filósofos dentro del ámbito de los estudios sobre ciencia y tecnología. Distingue tres corrientes principales: la filosofía empirista del conocimiento científico, el giro historicista de Kuhn (con la subsiguiente proliferación de propuestas filosóficas, sociológicas e históricas) y los recientes estudios de la práctica científica. Tras afirmar que la ciencia y la tecnología son acciones que transforman el mundo, se insiste en la importancia del sistema de valores que regulan dichas actividades y se propone la axiología de la ciencia como un campo filosófico nuevo para analizar la racionalidad practica de la ciencia y la tecnología.
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