La importancia de la encía queratinizada alrededor de los implantes dentales para prevenir complicaciones biológicas ha sido tema de controversia. Sin embargo, hay acuerdo en cuanto a los beneficios que proporciona para conseguir medidas higiénicas orales más satisfactorias y reducir la inflamación clínica. Se ha efectuado un estudio intervencional prospectivo de una serie de 14 casos de pacientes (31 implantes) que fueron examinados trimestralmente durante un periodo de hasta 12 meses. Se evaluó el efecto que el acondicionamiento del tejido blando mediante un injerto epitelial autógeno libre tenía en el tratamiento de la perimplantitis con una morfología de defecto tipo supracrestal y/o de dehiscencia. Todos los parámetros clínicos se redujeron significativamente (P < 0,001), con una resolución completa de la enfermedad en el 78,6 % de los pacientes y el 87,1 % de los implantes con perimplantitis. Los casos no satisfactorios se asociaron a un menor aumento de la encía queratinizada, a un sondaje de la bolsa profundo, al sangrado al sondaje y a una menor satisfacción durante el cepillado a los 12 meses. Los cambios dimensionales tras el injerto de tejido blando eran más significativos durante los 3 primeros meses y se constató una retracción del 42,4 % a los 12 meses. El acondicionamiento del tejido blando mediante un injerto epitelial autógeno libre en combinación con un colgajo apicalmente posicionado es una terapia viable y eficaz para tratar la perimplantitis asociada a una encía queratinizada deficiente.
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