Introducción. El día 13 de marzo de 2020 se decretó el estado de alarma con motivo de la pandemia de la COVID-19, lo que supuso un confinamiento domiciliario total en España. Los centros neurorrehabilitadores de la Fundació Esclerosi Múltiple (FEM) atienden a personas diagnosticadas de enfermedades neuroprogresivas con déficits de salud importantes. Analizamos cómo el confinamiento puede afectar a su forma de vida.
Objetivos. Evaluar y gestionar el impacto del confinamiento en la persona con esclerosis múltiple (EM) y otras enfermedades neurodegenerativas.
Pacientes y métodos. Estudio observacional analítico. Se aplicó un cuestionario anónimo a todas las personas que estaban en tratamiento rehabilitador integral en dos de los centros de la FEM, que incluía características demográficas y clínicas de los sujetos, junto con la evaluación del impacto de la pandemia en la esfera física, social y psicológica.
Resultados. Se han analizado un total de 202 encuestas. La edad media de los participantes ha sido de 49,09 años. Un 77,8% presenta EM, mientras que un 22,2% tiene otras patologías. Los síntomas físicos que han aparecido más frecuentemente han sido debilidad muscular, pérdida de equilibrio y fatiga. La población estudiada se ha mantenido activa durante el confinamiento. Más de la mitad no refiere aumento en los síntomas cognitivos, pero sí que aparece, a nivel emocional, un aumento de la sensación de preocupación.
Conclusiones. Podemos afirmar que las acciones desplegadas desde la FEM, para reducir las consecuencias del confinamiento, han sido efectivas y han bajado al máximo la aparición de conductas desadaptativas. El estudio también nos ha abierto la puerta a añadir nuevas líneas de intervención.
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