Las infografías han sido para mí un nuevo descubrimiento y una herramienta diferente para repasar conceptos que estudié durante la carrera y daba por olvidados. Se ha demostrado que casi el 50% de nuestro cerebro está involucrado en el procesamiento de estímulos visuales. Además el 70% del total de nuestros receptores sensoriales están situados en los ojos, por lo que podemos captar el sentido de una escena visual en menos de 1/10 de segundo1. Es por esto que la infografía es una gran herramienta que puede servir como apoyo a la docencia. La infografía es una herramienta de comunicación visual que nos va a permitir transformar y convertir un proceso complejo en uno de más fácil de entender y, sobre todo, de recordar. Esta herramienta ha sido utilizada durante mucho tiempo principalmente por periodistas, dado que las infografías son muy útiles para visualizar datos y representar gráficamente sucesos o procesos. Los gráficos explicativos tienen una larga tradición. Combinan representaciones figurativas con textos, símbolos y otros elementos. Simplifican y esquematizan, presentando siempre la información con un fuerte componente didáctico para hacer más accesible la información. Para crear una infografía, lo primero que tenemos que hacer es tener una idea, elegir un tema en el cual queramos explicar un concepto, resumir un documento o datos estadísticos. Una vez que tengamos elegido nuestro tema, vamos a transformar la información. Tendremos que analizar toda la evidencia científica de la que dispongamos y, una vez analizada, seleccionaremos las partes que más nos interesen, descartando todo aquello que no sea de nuestro interés. Por último, ordenamos toda esa información para acometer después el proceso creativo. Para comenzar a diseñar nuestra infografía a veces es útil empezar haciendo un boceto en papel de la estructura y organización de los elementos que vamos diseñar. También es conveniente tener cerca la bibliografía consultada por si queremos añadir o cambiar algún concepto que nos cuadre mejor con nuestro diseño, o mejore la información que estamos mostrando. La anatomía básica de una infografía cuenta con un título original o llamativo que resuma en pocas palabras el contenido de la infografía. En el cuerpo de la información, optaremos por iconos y vectores que sean muy visuales y que representen la información que estamos dando. Los textos que usaremos serán sencillos y fáciles de leer, evitando palabras excesivamente técnicas, y sobre todo deben ser breves. Se trata de visualizar la información y no de plasmarla de nuevo por escrito. Para eso ya tenemos el texto original. Los gráficos también fuente, que ha de ser fiable. Y por último, pero no menos importante, tendremos que firmar nuestra obra de arte. Las herramientas para realizar una infografía son variadas y no hay herramientas mejores ni peores, la mejor es aquella que se adapta a tus habilidades y necesidades. Podemos hacer infografías con herramientas tan sencillas y accesibles como son con un papel y lápiz, pero también podremos utilizar herramientas conocidas por todos como PowerPoint y Word. Existen además plataformas online, como con Picktochart, Canva, Visme, Easel.ly entre otras. También podremos utilizar herramientas más complejas como Photoshop o Adobe Illustrator; esta última herramienta es la que yo utilizo desde hace tiempo. Adobe Illustrator es un programa de diseño vectorial que requiere ciertas habilidades informáticas.
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