La uña encarnada puede causar al paciente incapacitación y dolor, y pérdida de tiempo de trabajo. Se han descrito numerosos tratamientos quirúrgicos y conservadores distintos. Hace tiempo que podólogos y quiro- podistas europeos tratan las uñas encarnadas con ortonixia, que consiste en el implante de una pequeña grapa de metal o chapa sobre el dorso de la uña. Para determinar si la ortonixia es una alternativa aceptable a la cirugía, comparamos la grapa VHO-Osthold (VHO-Osthold- Spange GmbH, Deisenhofen, Germany), un nuevo método de ortonixia, con el procedimiento de Emmert, un método quirúrgico estándar que virtualmente es idéntico al tipo Winograd, en un estudio prospectivo de 41 pacientes (21 en el grupo de la grapa y 20 en el grupo del procedimiento de Emmert). El dolor debido al tratamiento fue significativamente menor en el grupo de la grapa que en de Emmert, y los pacientes del primer grupo pudieron llevar zapatos regulares sin un dolor significativo mucho antes que aquéllos del grupo del procedimiento de Emmert. En el grupo de la grapa, se dieron cuatro recurrentes, y uno de los pacientes aún estaba recibiendo tratamiento al final del seguimiento. En el procedimiento de Emmert fueron tres los recurrentes. Ninguno de los pacientes del grupo de la grapa necesitó baja laboral, mientras que en el grupo del procedimiento de Emmert los pacientes que trabajaban tuvieron que tomar una media de 14,7 días de baja. El tratamiento con la grapa demostró ser una buena alternativa conservadora para los procedimientos operativos. (J Am Podiatr Med Assoc 95(6): 542-549, 2005)
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