Sus vidas no tardaron en convertirse en leyenda. Se dice que Butch Cassidy y su compañero Sundance Kid son los únicos forajidos que vivieron lo suficiente para verse retratados en varias películas: "El gran robo del tren"(1903) e incluso "Dos hombres y un destino" (1969). Sus peripecias simbolizan la derrota del romanticismo del oeste en manos de la industrialización y desarrollo de los Estados Unidos.
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