Sevilla, España
El Convenio sobre la Diversidad Biológica y sus 20 Metas de Aichi como marco global, junto a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible constituyen compromisos ambientales, donde se reconocen el papel de las áreas protegidas como estrategia clave para la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible. El objetivo de esta comunicación es revisar el modelo actual de las áreas protegidas para abordar los desafíos que el cambio global impone, cada vez más orientado en el enfoque social. Esto obliga a una reflexión del papel que estos espacios han tenido y tienen para reinterpretar y revalorizar la importancia de las áreas rurales en el futuro y su sostenibilidad. Se ha pasado de la conservación a ultranza, donde no se incluía la matriz territorial o la dimensión paisajística, a la construcción social de la naturaleza, donde se incorporan los intereses de las poblaciones locales, y se reconocen las dinámicas entre la sociedad y la naturaleza a partir de la era del Antropoceno. El ámbito de estudio es la Sierra Norte de Sevilla, espacio donde diversas figuras de protección (Parque Natural, Monumento Natural, Red Natura 2000, Reserva de la Biosfera, Geoparque y Carta Europea de Turismo Sostenible) conviven y se adaptan a esta transformación con el fin de fomentar procesos participativos y de cogestión para reducir los conflictos sociales, mejorar la comunicación entre los responsables de la administración pública y los ciudadanos, y crear paisajes multifuncionales. Las áreas protegidas son depositarias de la memoria ecológica (preservación de la biodiversidad), proveedoras de servicios ecosistémicos (de abastecimiento, regulación y culturales) y reservorios de memoria social (donde el ambiente natural tiene fuertes significados culturales para la comunidad local). Sin duda, los servicios culturales son los que han tenido una tendencia más positiva en la Sierra Norte de Sevilla.
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