Estudio electromiográfico de la musculatura de suelo pélvico infiltrado con toxina botulínica para el tratamiento del síndrome miofascial

• M. Tarazona ^[1] ; Fco. J. Nohales ^[1] ; J. Garcia-Casado ^[2] ; Y. Ye-Lin ^[2] ; G. Prats-Boluda ^[2] ; J. Alberola-Rubio ^[3]
  1. [1] Hospital Universitario La Fe

     Hospital Universitario La Fe

     Valencia, España

     
  2. [2] Universidad Politécnica de Valencia

     Universidad Politécnica de Valencia

     Valencia, España

     
  3. [3] Instituto de Investigación Sanitaria La Fe

     Instituto de Investigación Sanitaria La Fe

     Valencia, España

     

  Mostrar afiliaciones +
• Localización: Libro de Actas del XXXVI Congreso Anual de la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica / Ma Gloria Bueno García (dir.), 2018, ISBN 978-84-09-06253-9, págs. 165-168
• Idioma: español
• Texto completo no disponible (Saber más ...)
• Resumen

  • El dolor pélvico crónico puede tener su origen en diferentes órganos y sistemas. Una de sus presentaciones es el síndrome miofascial, caracterizado por tener el dolor localizado en una región muscular, con tensión aumentada, y donde se identifican “puntos gatillo” dolorosos. Éstos pueden ser tratados mediante toxina botulínica (BoNTA), que provoca parálisis muscular gracias a la inhibición de liberación de acetilcolina en la placa muscular. Estas regiones musculares nos pueden guiar en el tratamiento de este síndrome. El objetivo de este trabajo es desarrollar un sistema de registro electromiográfico de la musculatura de suelo pélvico de forma no invasiva mediante electrodos superficiales (bipolares y bilaterales). Se trata de un estudio descriptivo preliminar, para determinar el uso de la electromiografía en estas pacientes, y su detección de la mejoría o no del dolor tras el tratamiento con BoNTA. Se incluyen 4 pacientes sanas y 4 pacientes patológicas previo y posterior al tratamiento con BoNTA. Se registra la actividad electromiografía antes y después del tratamiento, durante el reposo, y durante contracciones voluntarias. Los resultados muestran diferencias entre ambos grupos: las más llamativas, respecto a la deficiente relajación de la musculatura del grupo patológico, posiblemente relacionado con su clínica dolorosa y los cambios relativos a la parálisis muscular creada tras la administración de la toxina.