Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Resumen de El papel de la enfermería en la administración de quimioterapia intratecal en pacientes oncohematológicos. Artículo monográfico.

Natalia Gracia Casinos, Laura González Cabeza, Eva Negredo Rojo, Rocío Bravo Adán, Carlota Barreu Fau, Juan Castro Pueyo

  • español

    La quimioterapia intratecal es un procedimiento que consiste en una punción con una aguja en la zona de la columna lumbar para introducir uno o varios fármacos para la profilaxis o el tratamiento de enfermedades, normalmente neoplasias hematológicas1. A su vez, una vez realizada la punción y antes de la administración del fármaco o de los fármacos, se extrae una muestra de líquido cefalorraquídeo (LCR), para su posterior análisis. Se considera que se debe extraer un volumen similar al de la quimioterapia intratecal a instilar para evitar el aumento de la presión intracraneal2. El estudio del LCR resulta primordial para diagnosticar posibles enfermedades neurológicas o para el diagnóstico de infiltración del sistema nervioso central (SNC). El beneficio de la quimioterapia intratecal es que supera la dificultad que tienen la mayoría de los fármacos de uso habitual para atravesar la barrera hematoencefálica. Sus indicaciones son linfomas de alto grado, leucemia linfoide aguda, carcinomatosis meníngea y metástasis de tumores sólidos1. Los fármacos tradicionalmente usados han sido el metotrexato y citarabina, solos o en combinación con glucocorticoides en la denominada terapia triple intratecal2. Además, en algunas indicaciones también se utilizan anticuerpos monoclonales como rituximab y trastuzumab2. La enfermería tiene un papel importante en este procedimiento, ya que colabora con el facultativo que la realiza y tras la administración de la quimioterapia es la encargada de verificar que se cumplen las recomendaciones y de detectar la aparición de cualquier complicación.

  • English

    Intrathecal chemotherapy is a procedure that consists of a needle puncture in the area of the lumbar spine to introduce one or more drugs for the prophylaxis or treatment of diseases, usually hematological neoplasms1. In turn, once the puncture has been made and prior to the administration of the drug or drugs, a sample of cerebrospinal fluid (CSF) is extracted for subsequent analysis. It is considered that a volume similar to that of the intrathecal chemotherapy to be instilled should be extracted in order to avoid increasing intracranial pressure2. The study of CSF is essential for the diagnosis of possible neurological diseases or for the diagnosis of central nervous system (CNS) infiltration. The benefit of intrathecal chemotherapy is that it overcomes the difficulty that most commonly used drugs have in crossing the blood-brain barrier. Its indications are high-grade lymphomas, acute lymphoid leukemia, meningeal carcinomatosis and solid tumor metastases1. The drugs traditionally used have been methotrexate and cytarabine, alone or in combination with glucocorticoids in the so-called triple intrathecal therapy2. In addition, monoclonal antibodies such as rituximab and trastuzumab are also used in some indications2. Nursing has an important role in this procedure, since it collaborates with the physician who performs it and after the administration of chemotherapy is responsible for verifying that the recommendations are complied with and for detecting the appearance of any complication.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus