Cuando la realidad de un país muestra que la innovación es limitada debido a factores económicos, tecnológicos, culturales, históricos y sociales, la práctica profesional del diseño industrial se enfrenta a diversas dificultades, retos y oportunidades. Este artículo señala las formas en que el crecimiento de la práctica profesional de los diseñadores industriales ha sobrevivido en un país poco innovador como México. A partir de entrevistas en profundidad con diseñadores industriales mexicanos, se aprecia que los apoyos recibidos de la familia y las escuelas han impactado positivamente su ejercicio profesional, encontrando oportunidades de desarrollo en diferentes campos de trabajo en donde la visión empresarial parece tener especial relevancia.
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