La HDA suele ser en pediatría una condición leve y autolimitada, pero ser potencialmente grave, por lo que es importante reconocer la hemorragia clínicamente significativa y actuar de forma precoz. Tras una valoración hemodinámica y la estabilización correspondiente, el manejo fundamental pasa por la exploración endoscópica que será obligada en casos de hemorragia con necesidad de transfusión o en hemorragias recurrentes. La endoscopia tiene una doble finalidad, diagnóstica y terapéutica, pues permite realizar técnicas terapéuticas en el mismo acto con una alta eficacia para detener el sangrado. El tratamiento será individualizado y en la edad del paciente, etiología del sangrado y cuantía del mismo. En el abordaje inicial distinguiremos si se trata de un sangrado por rotura de varices o no varicoso. En el sangrado de origen no varicoso el tratamiento médico es en la mayoría de casos y consiste en la instauración de tratamiento antisecretor junto con las medidas generales. Por su parte, en el sangrado de origen se deberá realizar lo antes posible la exploración endoscópica con el obtener la hemorragia mediante bandas o escleroterapia asociado a fármacos vasoactivos, y posteriormente valorar la indicación de profilaxis primaria o secundaria. En ambos casos, el manejo con tratamiento médico y endoscópico aunque en la secundaria puede ser necesario el uso de TIPS o trasplante en última instancia. Por su parte, la hemorragia digestiva baja en pediatría es un problema común, aunque en la mayoría de las ocasiones se trata de problemas de escasa importancia, sobretodo en la época de lactante en la que el o habitual es la fisura anal. Pero la ansiedad que provoca en la familia ¡ los casos, muy alta, que se trasmite a los servicios asistenciales, fundente en los primeros momentos, por lo que las expresiones de el problema suelen ser mal recibidas por las familias. Hoy en día con un espectro de exploraciones digestivas muy extenso, pero en aso tenemos que olvidar el marcado interés de la historia clínica para a urgencia de actuaciones y no someter al paciente a exploraciones no convenientes o desproporcionadas, y en sentido contrario, no negar las que sean . La prevalencia de algunas enfermedades como la enfermedad inflamatoria ha aumentado en los últimos años, y sus posibilidades diagnósticas y terapéuticas también paralelamente tanto en la experiencia por los equipos de gastroenterólogos pediátricos y el perfeccionamiento en la videofibroscopia diagnóstica y terapéutica, como en el desarrollo técnicas entre las que destacan la cápsula endoscópica y la enterorresonancia. El desarrollo de la cirugía laparoscópica y de nuevos fármacos han supuesto una mejoría en el tratamiento de las enfermedades más severas, las cuales han disminuido su morbilidad y modificado positivamente su pronóstico.
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