La apertura del gran mercado en 1993 cambiará sin duda la vida de los europeos, pero no por ello se uniformarán de manera generalizada los comportamientos. Obviamente, pueden subsistir las disparidades regionales así como desequilibrios importantes entre las diversas capas sociales. Cierto es que el gradiente norte-sur tiende a desaparecer y que las diferencias entre los países se redujeron de manera espectacular en apenas algunos decenios. Los hechos más significativos de los últimos tres decenios han sido, principalmente, el aumento general de la expectativa de vida, la mutación profunda de los modos de vida familiar y, finalmente la extensión, e incluso la inversión, de los movimientos migratorios internacionales.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados