El Problema de los cornados de Enrique II y Enrique III: Una Indagación sobre el vellón menudo en Castilla en la segunda mitad del siglo XIV

• Autores: Eduardo Fuentes Ganzo
• Localización: Revista Numismática OMNI, ISSN-e 2104-8363, Nº. 15, 2021, págs. 172-199
• Idioma: español
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    En la segunda mitad del siglo XIV, el vellón menudo, las monedas más usuales hasta el momento -los dineros y cornados de vellón- que han jugado un papel fundamental en la circulación monetaria y en las transacciones cotidianas van a ir desapareciendo progresivamente. Esta desaparición se hará en favor de las nuevas especies de vellón grueso, que se crearon. Unas más coyunturalmente y sin vocación de permanencia (tales como los reales de vellón, los cruzados y los “blancos” del Agnus Dei), y otras más estables, que se quedarán en el sistema suplantando a aquella vieja calderilla, es el caso de la blanca de cinco dineros y su media blanca. En este artículo se estudia este proceso y se aporta al debate académico una propuesta razonada de atribución de una de aquellas especies monetarias menos estudiadas del periodo: los cornados que, hasta la fecha, se atribuyen acríticamente y con cierta arbitrariedad tanto a Enrique II como a Enrique III.

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    In the second half of the fourteenth century, the small billon coins, the most common currency at that time -the dineros and cornados- that had played a fundamental role in the monetary circulation and in daily transactions will gradually disappear. This disappearance will be against the increase of the different great billon species, which were created, some more ocasionally and without vocation for permanence (such as the billon reales, the cruzados or the “blancos” of Agnus Dei) and others more stable, is the case of the blancas of five deniers that will remain in the system replacing that old small currenncy. This article studies this process and contributes, to the academic debate, a reasoned proposal for the attribution of one of those monetary species, the cornados, which still today were attributed uncritically and with some arbitrariness to both Enrique II and Enrique III.