En este artículo se analizan las realidades espaciales de Johannesburgo, tal y como fueron configuradas por el colonialismo, y los retos que plantea la creación de un urbanismo inclusivo entre el centro, la periferia y los espacios intermedios. Johannesburgo es un importante centro urbano de Sudáfrica, y del sur de África, con una creciente desigualdad económica y espacial. Las realidades espaciales heredadas siguen siendo evidentes hoy en día; estas realidades estructurales son restrictivas, insostenibles y perjudican a las comunidades ecológica, económica y socialmente. El documento parte de la premisa de que la desigualdad económica está relacionada con la desigualdad espacial.
El autor se basa en las experiencias personales vividas al haber nacido en la periferia y en las limitaciones para escapar de los legados de la planificación espacial colonial, incluidos los retos de vivir en una morfología urbana fragmentada. La autora examina la tipología del municipio segregado posterior al apartheid y los elementos negativos de la planificación espacial del apartheid, centrándose especialmente en las restricciones que impone a la vivienda, las oportunidades de empleo, el transporte y el espacio público en la periferia en comparación con el centro y cómo los espacios intermedios perpetúan aún más la disparidad socioeconómica. La autora intenta, a través de la investigación, comprender la capacidad de resistencia adoptada por la comunidad de Soweto para disponer de un lugar seguro y acogedor a pesar de la persistencia de las restricciones estructurales. La intención es abordar la fragmentación y la segregación causadas por las estructuras espaciales heredadas.
La planificación de las ciudades coloniales, especialmente de Johannesburgo, se basaba en lograr el máximo control. La morfología urbana se basaba muchas veces en políticas que organizaban a las personas por raza, clase y etnia. Su planificación espacial se definía separando a los ciudadanos en diferentes grupos raciales y clases económicas. Los blancos ricos se situaban en los suburbios, en el centro, y los negros pobres, en los municipios, en la periferia, separados por amplios márgenes naturales y artificiales. La morfología urbana de Johannesburgo se estudiará con un análisis comparativo con otras ciudades africanas que tienen patrones similares de fragmentación espacial en la forma urbana debido a los poderes coloniales. El objetivo es observar, comparar y proponer un proceso de desfragmentación hacia la transformación de Johannesburgo.
This paper interrogates the existing spatial realities of Johannesburg as it was shaped by colonialism and the challenges of providing an inclusive urbanism between the centre, the periphery and the in-between. Johannesburg is a major urban centre in South Africa, with increasing economic and spatial inequality. The inherited spatial realities are still evident today; these structural realities are restrictive, unsustainable, and disadvantage communities ecologically, economically and socially. The paper is premised on an understanding that economic inequality is related to spatial inequality. The author draws on the personal lived experiences of being born on the periphery and the limitations of escaping the legacies of colonial spatial planning including the challenges of living on fragmented urban morphology. The author looks at the typology of the segregated post-apartheid township and the negative elements of apartheids spatial planning, especially focused on the restrictions it has on housing, employment opportunities, transport and public space on the periphery in comparison to the centre and how the in-between spaces further perpetuate socio-economic disparity. The author attempts through research to understand the resilience adopted by the Soweto community to have a safe and welcoming place despite the persistence of struct-ral restrictions. The intention is to address the fragmentation and segregation caused by the inherited spatial structures. The planning of colonial cities, especially Johannesburg was based on achieving maximum control. The urban morphology was many times based on policies that organised people through race, class, and ethnicity. Its spatial planning was defined by separating citizens into different racial groups and economic classes. The rich white people located in the suburbs in the centre and the poor black people located in townships at the periphery separated by wide natural and man-made buffers in-between. The urban morphology of Johannesburg will be studied with a comparison analysis with other African cities which have similar patterns of spatial fragmentation in urban form due to colonial powers. The aim is to observe, compare and propose a defragmentation process towards the transformation of Johannesburg.
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