Acercar la filosofía a los niños y niñas tan pronto como empiezan a hablar es necesario y posible, sostiene Jordi Nomen, profesor de Enseñanza Secundaria y fonnador de profesores de enseñanza de la filosofía para niños. Cree que la literatura debe ser materia prima para la filosofía y se declara apasionado de la docencia y el arte.
Su libro El niño filósofo ha sido traducido al francés, italiano y chino.
En esta entrevista se desgranan algunas de las ideas centrales de su pensamiento y su práctica docente..
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados