Las sociedades masónicas tienen mala fama en nuestro país debido a años de franquismo y posfranquismo, sin ruptura mental profunda frente a ese sistema interiorizado y propagado, pensamos que eran seres malignos, con cuernos y rabo. Pero no. Se trata de sociedades filantrópicas con un enorme caudal de amor a los semejantes y de ayuda a los mismos mediante la beneficencia y especialmente a huérfanos y viudas. El nombre procede del francés maçon que significa albañil. En las grandes obras públicas y de catedrales y templos muchos morían desde los andamios o con las grandes sierras o enredados en los tornos. Constituyeron sociedades para hacerse cargo de esos familiares que quedaban desamparados. La masonería evolucionó centrándose en intereses más especulativos y filosóficos, que entre otras cosas buscaba también el conocimiento de uno mismo y el desentrañamiento de los misterios y arcanos que rigen la vida de las personas y del universo.
A finales del siglo XIX, En Moguer encontramos la logia “Rábida” Es difícil conocer datos sobre la actividad masónica en Moguer. El secretismo de esta organización por la necesidad de proteger a sus miembros y la animadversión y persecución franquista, han eliminado muchos de sus documentos.
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