La intención de este artículo es hacer una revisión del mesianismo de Jesús en el contexto eclesial y político actual. Si cristianismo significa literalmente mesianismo, todo seguidor de Jesús habrá de tener una visión “mesiánica” de la historia, ya que está llamado a trabajar en su construcción. Aun advirtiendo de las diferentes tentaciones que puede tener esta visión cristiana de la historia (milenarismo, apocalíptica, tentaciones de Modernidad y Posmodernidad), el autor justificará la vigencia del mesianismo de Jesús, “locura y escándalo”, siempre que se recuperen una auténtica pneumatología y cristología del Espíritu.
Perspectiva Teológica 52 (3/2020) 585-606
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