Javier Gracia Rivera, Maria José Nadales Almirón, A.F. Meléndez López, Manuel Vaquero Abellán
Las tareas del puesto de trabajo de veterinario supone un riesgo importante para el sistema musculoesquelético, ya que, para el diagnóstico y tratamiento del animal, se requiere movimientos y posturas necesarias para examinar, anestesiar, sujetar u operar, que resultan exigentes y dañinas para la musculatura del cuello, cintura escapular, espalda, brazos y manos.
Dentro de las posturas inadecuadas más frecuentes están:
trabajar de pie, agachado, en cuclillas, altura asimétrica de los brazos, trabajar con los brazos en posición forzada o por encima de los hombros etc..
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